“Este es el último mensaje de esta bella travesía. Como sabéis, las autoridades de Israel han indicado que van a intervenir para interceptar nuestro barco”. La eurodiputada francesa de origen palestino Rima Hassan ha publicado a las 15.00 (hora peninsular española) un vídeo desde el interior del Madleen, el barco que transporta ayuda humanitaria para Gaza con la llamada coalición Flotilla de la Libertad a bordo, 12 activistas de varios países, entre ellos la sueca Greta Thunberg y el español Sergio Toribio. Todos viajan desarmados.
Ante la inminente intervención del ejército israelí, las redes sociales de la coalición han publicado una petición de protección. En el mensaje citan a sus integrantes, las nacionalidades y, en X, mencionan a los ministerios de Exteriores de cada uno de sus países.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha asegurado que ha dado instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) “para que actúen para impedir que la flotilla del odio” llegue a las costas de Gaza. “Y para que adopten todas las medidas necesarias para ese fin. A la antisemita Greta [Thunberg] y a sus compañeros portavoces de propaganda de Hamás, les digo claramente: deben regresar, porque no llegarán a Gaza”, ha agregado en un comunicado. Katz ha añadido que “Israel actuará contra cualquier intento de romper el bloqueo o ayudar a organizaciones terroristas, en el mar, en el aire y en tierra”.
Hassan ha alertado: “Todo se decidirá en las próximas 24 horas, ahora nos cortarán internet”. La señal de ubicación del barco ya se había perdido dos horas antes. Así lo indicó el activista brasileño Thiago Ávila, también en un vídeo compartido en Instagram: “Hemos recibido noticias desconcertantes. Según nuestro sistema de rastreo, ya no estamos a 160 millas de Gaza, que es donde estamos, sino en el aeropuerto de Jordania. Sabemos lo que significa, están interfiriendo nuestra comunicación con el fin de prepararse para interceptarnos o atacarnos”.
Tras conocer el comunicado de Katz, Ávila ha compartido un último mensaje desde el barco en el que acusa a Israel de reconocer que va a comer un crimen de guerra. “Estamos en aguas internacionales y vamos a la costa palestina”, ha aclarado.
El Madleen, con bandera británica, zarpó de Sicilia el 6 de junio y, de no ser frenado en su intento de arribar en la costa gazatí, llegaría a su destino este lunes. El objetivo es llevar una cantidad simbólica de alimentos para la hambrienta población de Gaza, principalmente arroz y leche de fórmula. Pero sobre todo, su intento de “abrir un corredor humanitario” es simbólico.
Israel bloquea y obstaculiza la entrada de ayuda humanitaria desde hace meses. El 2 de marzo, el Gobierno de Benjamín Netanyahu impuso un bloqueo total a que accediese cualquier tipo de suministro. Más de 80 días después, la crisis de hambre y escasez era tan grave, con toda la población del territorio (2,1 millones de personas, la mitad niños) en grave riesgo por falta de alimentos, que las autoridades israelíes abrieron la puerta a la entrada de camiones. Sin embargo, la cantidad es insuficiente, ha denunciado reiteradamente la ONU. Los 100 camiones a los que se les da luz verde después de una inspección son muy pocos comparados con los 500 o 600 que entraban antes.
Hassan ha pronosticado lo que ocurrirá cuando el ejército israelí comience la operación: confiscarán todos los efectos personales de los tripulantes y escoltarán el barco hasta el puerto de Asdod, en Israel, al norte de la franja de Gaza. Ese trayecto puede prolongarse seis o siete horas. “Seremos esposados y puestos bajo vigilancia, y lo más probable es que seamos sometidos a un interrogatorio en Asdod antes de ser expulsados a nuestros países de origen”, ha explicado la eurodiputada francopalestina.
En una operación similar en 2010, las fuerzas israelíes mataron a 10 personas e hirieron a otras 20 al abordar un barco turco, el Mavi Marmara, que lideraba una pequeña flotilla hacia Gaza.
