La Unión Europea tiene que asumir más responsabilidad en la ayuda al desarrollo ante la retirada de Estados Unidos. Esta es la principal conclusión que se extrae de la carta dirigida a Bruselas por los ministros de Asuntos Exteriores de España, Francia, Bélgica, Irlanda y Eslovenia. Los cinco socios reclaman a Europa que tome la iniciativa ante la demanda de Naciones Unidas de un “reinicio” a las políticas de ayuda al desarrollo después del golpe que ha asestado Estados Unidos en este campo. La nueva Administración de Donald Trump decretó el pasado febrero unos fortísimos recortes que hirieron de muerte la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).
“Necesitamos asegurar nuestros esfuerzos colectivos para mantener y, si es posible, aumentar, nuestros fondos para el desarrollo, incluso más allá de 2027″, apunta la misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, con una referencia clara a un incremento del dinero de este capítulo en los próximos presupuestos de la UE.
Esta demanda no se refiere solo a los recursos públicos. “Deberíamos estar listos para involucrar al sector privado en la ayuda humanitaria, también en la provisión de soluciones duraderas, tanto en tecnología como en experiencia”, añaden. Estas últimas palabras parecen directamente vinculadas a los despidos masivos que está habiendo en el sector en todo el mundo por los recortes que hay en las aportaciones.
El hueco que dejan en todo el mundo recortes como la cancelación del 83% de los programas coordinados por USAID es enorme. A las políticas impulsadas por Trump se suman decisiones de gobiernos como el británico, que se han unido al recorte para financiar el gasto en defensa. Eso ha llevado a la ONU a hablar de “la peor crisis humanitaria desde el final de la II Guerra Mundial”. Ante esta situación, España ha puesto en marcha esta iniciativa junto con Francia. La carta la firman el ministro español José Manuel Albares, el francés Jean-Nöel Barrot y sus colegas de Bélgica, Irlanda y Eslovenia.
La demanda de un incremento de fondos es la primera medida que pide este quinteto, apuntalada en números que dan una idea muy clara de lo que está pasando. En 2020 necesitaban ayuda humanitaria 167 millones de personas; cinco años este colectivo casi se ha duplicado: son 300 millones. Frente a esto, el dinero destinado a este fin ha caído un 40% en todo el mundo. La Unión y sus Estados miembros pueden jugar un papel importante para aliviar esta situación, ya que es el área del mundo que más recursos destina al desarrollo, el 37% del total mundial. En 2023, según los datos de la OCDE y de la ONG ONE, el presupuesto global de estas políticas ascendió a más de 220.000 millones.
“Se espera que estos asuntos formen parte de los temas a tratar y del resultado de la Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo que se celebra en Sevilla los próximos junio y julio”, explica la carta, dirigida a la alta representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, y a la comisaria responsable de estas políticas, Hadja Lahbib.
Además de reclamar más recursos, España y los otros cuatro Estados piden que la ayuda se reparta de acuerdo a la ley internacional y con respeto a los principios de “neutralidad, humanidad, independencia e imparcialidad”. En este aspecto, resaltan los últimos pasos dados por la diplomacia europea y se ofrecen para mantener el impulso.
Además de Albares y Barrot, firman el texto, Maxime Prévot (Bélgica), Simon Harris (Irlanda) y Tanja Fajon (Eslovenia), que también recuerdan a quienes “han sido desplazados forzosamente”, es decir, los refugiados. Ya que, explican los firmantes, son un colectivo “particularmente vulnerable”.
La misiva llega en vísperas de la celebración en Bruselas, el próximo lunes y martes, de la cuarta edición del Foro Humanitario Europeo, que, entre otros temas, busca “reafirmar el papel de la UE como el principal donante humanitario, actor y responsable de políticas” del sector. Una cita, según subraya la UE, más urgente cuando “más de 305 millones de personas en todo el mundo requieren ayuda debido a conflictos, emergencias climáticas, inseguridad alimentaria e inestabilidad económica”.
La reunión, una de las más importantes en materia humanitaria del mundo, tendrá lugar semanas antes de otro momento clave en el sector, la cuarta Conferencia Internacional de Financiación de Ayuda al Desarrollo, que albergará Sevilla del 30 de junio al 3 de julio.