León XIV, segundo papa latinoamericano, pues es estadounidense y peruano, ha tenido este sábado su primer encuentro oficial con el presidente argentino, Javier Milei, recibido en el Vaticano a las nueve de la mañana en audiencia privada. Milei no había asistido a la misa de inicio de pontificado de Robert Prevost, elegido papa el pasado 8 de mayo, y ahora ha incluido una visita a la Santa Sede en la gira internacional de nueve días que ha emprendido por Europa e Israel, y que el domingo le llevará a España.
La reunión ha durado unos 45 minutos, un tiempo bastante largo para los usos vaticanos, y a la salida ha dado una noticia: el Papa ha asegurado que viajará a Argentina, aunque no ha precisado fechas, según reveló luego en redes sociales el portavoz de Milei, Manuel Adorni. Tiene su importancia si se recuerda que Francisco, que era argentino, nunca fue a su país, por razones que no llegaron a aclararse, aunque se atribuyó a que deseaba sustraerse a la polarización política.
“El papa León XIV le confirmó al presidente de la nación durante el encuentro que mantuvieron hace unos instantes que visitará la Argentina”, escribió. Fuentes del equipo de Milei filtraron luego a la prensa argentina que la visita se producirá en algún momento de 2026, en un viaje que también incluiría Perú y Uruguay.
Visita a Turquía
Cuando se cumple el primer mes de la elección del Pontífice, la agenda de viajes de León XIV es ya uno de los temas de especulación. Hasta ahora solo parece claro que irá a Turquía, un desplazamiento ya programado por Francisco, con motivo del 1.300 aniversario del concilio de Nicea. En principio, se prevé para noviembre. Pero no se sabe si será su primer viaje, una cita heredada de su predecesor, o antes realizará otro.
Sobre el encuentro con Milei en sí no han trascendido muchos detalles, como es habitual. La Santa Sede ha emitido un escueto comunicado en el que explica que el Papa y el presidente argentino han hablado de “los conflictos en cursos, destacando la importancia de un compromiso urgente de apoyo a la paz”. También “han abordado temas de interés común, entre ellos las tendencias socioeconómicas, la lucha contra la pobreza y el compromiso en favor de la cohesión social”. Milei luego se reunió con el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y monseñor Miroslaw Wachowski, subsecretario para las Relaciones con los Estados. Es un resumen muy genérico, pero suficiente para comprender, por los asuntos tratados, que ha sido una conversación donde habrán chocado sus puntos de vista.
Prevost, obispo en Perú desde 2015 y que ya antes había pasado una década en el país andino, conoce bien las desigualdades de Latinoamérica y ha trabajado siempre por los más pobres, los inmigrantes y la justicia social. Con todo, Milei, ultraliberal y populista, recibió su elección de forma positiva. Publicó un tuit con una imagen generada por inteligencia artificial: un león vestido de papa. Y la frase: “Las fuerzas del cielo han dado su veredicto de modo claro. No más palabras Sr. Juez. Fin”. Se trataba de un guiño, pues a Milei le gusta llamarse a sí mismo como el León, en referencia a una frase que dijo cuando irrumpió en la política argentina: “Yo no me metí acá para estar guiando corderos, yo me metí acá para despertar leones”. Pero es difícil de creer que el Papa y él sean de la misma especie felina.
En todo caso, Prevost, de perfil dialogante y conciliador, se mueve con cautela en el plano político en estas primeras semanas de mandato. Es su segunda entrevista con un líder de la ultraderecha mundial, tras la audiencia con el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance, el pasado mayo. Son encuentros que se siguen con atención porque uno de los mayores puntos de interés de este pontificado es cómo afrontará León XIV, estadounidense, la ola reaccionaria que encabeza Donald Trump.
Milei, por su parte, parece haber aprendido la lección, pues su relación con Francisco, su compatriota, fue tormentosa. Llegó al poder diciendo que era, nada menos, “el representante del maligno en la Tierra”. Luego hicieron las paces. Tras la muerte de Jorge Mario Bergoglio, Milei dijo que era “el argentino más importante de la historia”.
Contó que la última vez que se vieron, en febrero de 2024, en audiencia privada, el presidente se disculpó por haberle insultado, y el Papa le contestó que no tenía importancia porque eran “errores de juventud”. “Fue una conversación muy graciosa. En aquel momento, llegaba de Israel y le presenté a mi rabino. Fue muy gracioso porque Axel le dijo al papa Francisco: ‘Bueno, mira, lo traje de vuelta’, y el Papa le respondió: ‘No, quédate con él’”, recordó Milei en una entrevista al diario argentino Clarín.